lunes, 2 de agosto de 2010

Arcano I : El Mago

Por Ariell Chris / Laura Morandini

Cosmic Tarot



El Mago es un alquimista. Posee herramientas potenciales para su realización.
El Alquimista era un personaje que trabajaba sobre la transmutación del plomo en Oro. Es decir, la adquisición de riquezas a través de un proceso químico. Pero el verdadero trabajo del Alquimista era transformarse y transformar la materia bruta, pesada, la visión materialista de las cosas -prima materia- y llevarla hacia lo brillante, luminoso, la búsqueda de la esencia.

El Loco nos guiaba a través de las coincidencias hacia el Sol. Ahora el Mago/ Alquimista va a trabajar conscientemente en la transmutación de nuestra materia, la más burda: la ignorancia, y va a llevarnos hacia la conciencia y el conocimiento. A medida que el Alquimista trabaja con componentes químicos la esfera física, él mismo va operando esa transmutación en su interior. Lo externo es la simbolización del proceso que ocurre dentro de él: quemar y trasformar a Saturno -el plomo-, pulir cada defecto humano y llegar a la pureza suprema que es el Oro, la expresión completa del sí mismo, del Yo Superior.

El Loco ha llegado ahora a tomar un lugar fijo, convertido en Mago se ocupa en iniciar el trabajo personal con conciencia. Posee la energía de los 4 elementos y la conexión con la Divinidad, así puede obrar -varita extendida hacia el cielo- en armonía con los designios celestes. Este símbolo de poder ha sido representado de muchas formas en las tradiciones: es la varita mágica poderosa en los cuentos infantiles, la espada ritual de los Templarios, el Anillo de Poder descrito por Tolkien, etc.

El aprendiz cuando ha terminado sus estudios y pruebas en la vida cotidiana y ha ascendido siendo reconocido como iniciado, es honrado con la espada espiritual (Kundalini) -símbolo de poderes y capacidad de realizar milagros- convirtiéndose así en Mago. De aquí en adelante, el recorrido del Mago por los siguientes Arcanos, mostrará los diversos estados iniciáticos por los que deberá transitar encontrándose expuesto a pruebas y decisiones.

Robin Wood Tarot


El Mago es la energía del aprendizaje creativo. Hay personas que se quedan atascadas en este arquetipo y se convierten en estudiantes eternos sin nunca ejercer, respondiendo al arquetipo de Puer Aeternus, donde en su aspecto positivo muestra su capacidad imaginativa y creatividad, pero negativamente puede permanecer en la inercia sin utilizar los dones que le han sido otorgados.

El Mago también tiene muchas variantes: puede ser el Mago que saca conejos de la galera. Ese personaje ilusionista al que observamos, conscientes que nos engaña pero que nos fascina por su habilidad. Puede ser también el Mago real, quien ya ha transmutado y enseña a otros a transformar el Plomo en Oro, pero puede ser tanto el farsante, el mentiroso o el que guía y enseña, dependiendo de su grado de evolución.

Se le asocia astrológicamente con el planeta Mercurio, de allí su dominio sobre el plano mental y el uso del verbo. La mentira y la verdad pertenecen al mundo del Mago. Por ejemplo, a nivel predictivo si sale el Mago con la Luna es el engaño, si es el Mago con el Sumo Sacerdote es una persona que guía por la vía del conocimiento, si es el Mago con el Diablo es el Mago negro.


Los 4 elementos y el trabajo interior

Las herramientas del Mago/ Los palos del Tarot


Los cuatro elementos siempre aparecen simbolizados sobre la mesa del Mago, le recuerdan el trabajo interno asociado a cada uno de las cualidades a desarrollar. Se asocian a los cuatro signos fijos del Zodíaco y a los cuatro animales que componen la Esfinge (Tauro/Toro/Pentáculos, Leo/León/Vara, Escorpio/Aguila/Copa, Acuario/Hombre/Espadas).

El dominio sobre los Bastos es la integración del elemento Fuego. Implica osar y atreverse, tener iniciativa, voluntad, fuerza vital sin dejarse dominar por la impulsividad o el entusiasmo vano inmaduro que dispersa energía sin concretar. El elemental asociado al Fuego son las Salamandras.

El manejo del Elemento Aire se asocia a las Espadas e implica el saber del Mago. Debe instruirse, estudiar, tener conocimiento de los procesos que lleva a la práctica, pero sin perderse en teorías que lo alejen de la realidad física . El elemental asociado al Aire son los Elfos.

El conocimiento e integración del elemento Agua con las Copas  indica el trabajo sobre los estados emocionales y aprender a callar. Para que todo acto mágico tenga resultado debe evitar las interferencias emocionales internas y externas. De manera que el dominio sobre las propias emociones y el silencio son necesarios si desea ver resultados en la obra alquimica. El elemental asociado al Agua son las Ondinas.

El trabajo interior de los Oros o Pentáculos corresponde la elemento Tierra: es el querer, indicando que la fuerza del  deseo es imprescindible para obtener lo que imagina. Pero el Mago no puede quedar atado a sus deseos y hacer uso de la magia sólo para obtener resultados ligados a las necesidades del ego.
El elemental asociado a la Tierra son los Gnomos.


Las etapas de la Alquimia, los cuatro elementos y los palos del Tarot


Las cuatro etapas de la obra del Alquimista se encuentran contenidas en los cuatro palos/elementos: Nigredo (Oros), Albedo (Copas), Citrinitas (Espadas) y Rubedo (Bastos).

Las etapas de la Alquimia

La primera etapa es la Nigredo, representada por el color negro. Asociada al elemento tierra, al planeta Saturno, al Plomo y a los Pentáculos u Oros del Tarot. Aquí el Alquimista se confronta con su naturaleza más densa, es un trabajo sobre el inconsciente personal. En la imagen alquímica es la prima materia amorfa que entra en estado de putrefacción y purificación inicial. En términos psicológicos lo llamamos "trabajo de Sombra" o el encuentro con los demonios internos. Se realiza el  trabajo sobre el Karma personal, ancestral y el Yo mundano. Predomina el cuestionamiento de los valores materiales y la limpieza de condicionamientos enquistados que no permiten la expresión del potencial creativo. Se revisan  los sistemas de creencias, paradigmas, prejuicios, etc.

La segunda etapa es la Albedo, representada por el color blanco. Asociada al elemento agua, a la Luna, la Plata y las Copas del Tarot . En esta segunda etapa el Mago alquimista trabaja sobre sus apegos emocionales y realiza un trabajo sobre sus necesidades de seguridad. Es una etapa introspectiva, femenina y reflexiva. En la obra alquímica ya la prima materia se ha purificado y ha alcanzado el color blanco. El Alquimista está listo para el trabajo de integración de los opuestos, de manera que empieza a adentrarse en los arquetipos del Inconsciente Colectivo.  Se relaciona con el trabajo de Anima/Animus, el cuerpo astral y la  información ancestral. 

La tercera etapa es la Citrinitas, de un color amarillo ámbar. Asociada al elemento aire, al planeta Mercurio, al plano mental y a las espadas de Tarot. Es una etapa intermedia entre la Albedo y la Rubedo, asociada en el plano psíquico con un la apertura de la conciencia a estados superiores del Ser. En este estado el Alquimista se ha convertido en amo de su propia mente, no es esclavo de sus díálogos internos ni de teorías estériles. Su color indica el proceso de transmutación de la Plata (Albedo) en Oro (Rubedo).

Finalmente la cuarta y última etapa es la Rubedo, de color rojo. Asociada al elemento más sutil, el fuego, al Oro, al Sol y al plano espiritual. En esta etapa el Alquimista logra la conexión con su verdadero Ser, con el Yo Superior. Se funde en la Totalidad y se da la reintegración del Ego con el Self.
En un sentido mundano, experimentamos esta etapa cuando hallamos nuestro centro y sentimos que hacemos parte del Todo. Fluye la vida porque entramos en sincronía con el propósito (Dharma, Thelema, Individuación).

2 comentarios:

Javier Muñiz dijo...

Hola bello blogg, precioso texto, te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio, será un placer, es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen día, besos

Hey dijo...

¡Magnífico artículo! :) Te felicito y te doy las gracias por compartirlo.